
Descubre el significado de trojan y cómo protegerte
Los virus informáticos son una amenaza constante en el mundo digital, y entre ellos, los troyanos ocupan un lugar destacado. Pero, ¿por qué se les llama troyanos a estos virus informáticos? Para entenderlo, es necesario remontarse a la antigua historia de Troya.
En la mitología griega, el relato de la Guerra de Troya narra cómo los griegos lograron infiltrarse en la ciudad amurallada de Troya mediante un ardid: el famoso Caballo de Troya. Este gigantesco caballo de madera aparentaba ser un regalo de rendición, pero en su interior albergaba a los soldados griegos, que lograron abrir las puertas de la ciudad desde adentro, permitiendo la invasión griega.
Descubre la verdad sobre el virus troyano
De manera similar, en el ámbito informático, un virus troyano es un tipo de malware que se camufla como un programa legítimo para engañar al usuario y ganar acceso no autorizado al sistema. Al igual que el Caballo de Troya en la leyenda, un troyano se presenta como algo inofensivo o deseable para engañar a la víctima y luego desencadenar su ataque.
Los troyanos pueden tener diversas funciones maliciosas, como robar información confidencial, controlar el sistema de forma remota, instalar otros malware o incluso cifrar los archivos de la víctima para solicitar un rescate.
Descubre qué es el Caballo de Troya informático
El término “Caballo de Troya” se ha adoptado en el ámbito de la ciberseguridad para hacer referencia a este tipo de amenaza informática que opera de manera sigilosa y engañosa. Al igual que en la historia antigua, un Caballo de Troya informático se presenta como algo aparentemente benigno o útil para infiltrarse en un sistema y causar estragos desde adentro.
¿Virus o Troyano? Diferencias y Similitudes Explicadas
Es importante distinguir entre un virus y un troyano en el mundo de la ciberseguridad. Mientras que un virus es un programa que se replica a sí mismo e infecta otros archivos, un troyano no tiene la capacidad de autoreplicarse, dependiendo de la interacción del usuario para propagarse.
Además, los virus suelen ser más visibles y activos en su propagación, mientras que los troyanos operan de manera más sigilosa y subrepticia, buscando pasar desapercibidos para el usuario y los programas de seguridad.